Texto: Jesús Guerrero
Foto: Redes
Lunes 1 de julio de 2024
Chilpancingo
Más de 30 reclusas de la cárcel de Chilpancingo anunciaron una protesta para exigir mejores condiciones carcelarias, entre ellas, la dotación de alimentación, atención a su salud y el reinicio de las visitas conyugales.
A través de una denuncia vía telefónica, Jackeline Pérez, una de las 32 reclusas del llamado oficialmente Centro de Reinserción Social (Cereso), ubicado al sur de esta capital, dijo que están pidiendo una reunión con el director del penal y que en caso de que no haya respuesta el próximo lunes 9 de julio iniciarán una huelga de hambre.
Mencionó que entre las peticiones que le harán al funcionario está que nuevamente haya visitas conyugales y que se les permita trabajar sus manualidades, ya que con eso tienen un recurso para mantener a sus familiares.
Denunció que debido a las condiciones insalubres del penal, se han propagado diversas enfermedades, entre ellas, la salmonelosis y, en los últimos días, el dengue.
“Hay en estos momentos dos casos de dengue, pero las autoridades carcelarias están ocultando la información, porque no quieren que esto salga de control», expuso Jackeline Pérez, quien está presa acusada de haber cometido presuntamente diversos delitos.
Agregó que en las planchas de los dormitorios de las celdas de las mujeres, tienen cucarachas, chinches, y las autoridades se niegan a que se introduzcan insecticidas.
Reveló que les han dicho que el director general de los Cereso, Isidoro Bartolo Morales, y la directora del jurídico, Mariana Elizabeth Hernández Bautista, pretenden trasladarlas a ella y a otras reclusas a otras cárceles.
Se quejó de que mientras en otros penales a los reclusos se les permite ser visitados por familiares y amigos, en la cárcel de Chilpancingo solo a familiares directos.
“Yo tengo aquí dos años en la cárcel; y mi mamá murió y la que me visita es mi tía”, dijo Jackeline Pérez.
