Lavado Chilpancingo, una opción laboral para madres autónomas


Texto y foto: Luceli Pastrana  

Viernes 7 de junio de 2024

Chilpancingo


En el lavado Chilpancingo, ubicado sobre la avenida del encauzamiento del río Huacapa, trabajan cuatro mujeres, todas madres autónomas.

Luisa, de 51 años, es la que más lleva en el lavado; Esmeralda, conocida como La China, suma 12 años entre la espuma y las franelas; Adriana seis meses e Isabel tres meses, el tiempo que lleva desde que regresó a Guerrero.

Antes, en este negocio con 18 años de servicio, y en muchos otros establecimientos del ramo, solían trabajar sólo los hombres, pero desde hace varios años las mujeres se han abierto camino en este trabajo para sostener a sus familias.

Las cuatro mujeres cumplen un horario largo, de cuatro de la tarde a cerca de una de la mañana. En ese lapso lavan alrededor de 16 carros cada una.

Isabel cuenta que emplean unos 30 a 40 minutos en cada carro, pero «si te pones lista. Lo más tardado son las urvans y las camionetas, depende de que tan sucias vengan».

Todas estas mujeres aprendieron este oficio con solo mirar; coincidieron que los primeros días de trabajo fueron muy cansados, a algunas hasta fiebre tuvieron por el esfuerzo físico de lavar los carros, que incluye cargar las cubetas llenas con agua.

Héctor, el encargado del lavado, contó que las mujeres empezaron a trabajar cuando su padre estaba a cargo; ya falleció.

Para ellos, como encargados del negocio, nunca hicieron diferencias en las contrataciones, sólo se cercioraban que sacaran el trabajo; «hay que echarle ganas más que nada para salir a delante».

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