Si gana Morena habrá persecución contra la iglesia, advierte sacerdote en la catedral de La Asunción

Texto y foto: Jesús Guerrero

Lunes 29 de abril de 2024
Chilpancingo

A 33 días de las elecciones federales y locales en Guerrero, el sacerdote de la catedral de La Asunción, de Chilpancingo, Antonio Estrada advirtió que si gana Morena habrá persecución contra la iglesia católica.

«Dios nos está pidiendo que recemos para que haya paz, porque si gana Morena nos va a perseguir a la iglesia católica», aseguró el párroco durante la misa que ofició este lunes 29, ante cerca de un centenar de feligreses.

Luego, el sacerdote trató de corregir y dijo que lo que había dicho no era una promoción a favor del PRI, PAN o PRD.

«Ya la regué con lo que dije, pero hay que pensar por México y que ganen los que son católicos no los masones y los que no son creyentes», trató de enmendar.

En su sermón, Antonio Estrada comentó lo que el arzobispo emérito de Guadalajara, Jalisco, Juan Sandoval Iñíguez, ha escrito en sus redes sociales sobre las elecciones del 2 de junio.

«Nuestro arzobispo (Juan Sandoval) Iñíguez ya está en recuperación, y él ha dicho que en las elecciones del 2 de junio habrá sangre, y hay que rezar para que eso no suceda», refirió Antonio Estrada.
Sandoval Iñíguez ha escrito que si ganan (en 2 de junio) los que están en el poder, se viene el comunismo, en referencia a Morena y a su candidata presidencial Claudia Sheinbaum Pardo.

En por lo menos los últimos seis años, la iglesia católica ha tenido un protagonismo en los asuntos políticos y de inseguridad en Guerrero.

Durante el gobierno del priísta Héctor Astudillo Flores, el entonces obispo de la diócesis Chilpancingo-Chilapa, Salvador Rangel Mendoza, dio a conocer sus encuentros privados con jefes de los grupos criminales que tenían en jaque a varias regiones de Guerrero.

El propósito de esos encuentros, argumentaba Salvador Rangel, era que las organizaciones criminales pacten treguas.

Apenas en febrero de este año, Salvador Rangel, ya como obispo emérito, y Filiberto Velázquez Florencio, a quien impulsó como sacerdote de la diócesis Chilpancingo-Chilpancingo, lograron que los jefes criminales Celso Ortega Jiménez, de Los Ardillos, y Onésimo Marquina, de Los Tlacos, pactaran una tregua de pacificación en Chilpancingo y municipios aledaños.

En 2018, el entonces secretario general de Gobierno Florencio Salazar Adame acusó a Salvador Rangel de violar la ley al reunirse con jefes de la delincuencia organizada, porque no hay ninguna norma que lo autorice para negociar con delincuentes.

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