Acapulco, un caos por Otis

Texto: Amapola periodismo 

Fotografía: Oscar Guerrero

Acapulco

25 de octubre del 2023

A 24 horas del paso del huracán Otis, este puerto está hecho un caos.

Sin energía eléctrica, sin internet, telefonía celular, transporte público local y foráneo, además de daños materiales incalculables son algunas de las consecuencias de la fuerza brutal de Otis que pegó tierra a las 12:30 de la madrugada del miércoles 25 de octubre.

La Autopista del Sol y la carretera federal Acapulco-Chilpancingo sufrieron cortes y se suspendió la circulación vehicular desde la madrugada, cinco horas después de la embestida del huracán.

La circulación en la Autopista del Sol se restableció parcialmente cerca de las cuatro de la tarde. La vía en el kilómetro 360 sufrió un deslave.

La carretera federal Chilpancingo-Acapulco seguía cerrada debido a que el puente Papagayo fue afectado por el desbordamiento del río.

«Aquí parece que hubo una guerra», dice un trabajador de la Secretaría de Seguridad Pública municipal cuando caminaba por el carril norte-sur de la avenida Costera Miguel Alemán.

La descripción que hace el acapulqueño de lo que se visualiza en esa zona no es para menos.

En los dos lados de la vía turística se observa a hoteles, restaurantes y establecimientos comerciales con los vidrios rotos, espectaculares de los distintos anuncios y árboles tirados en el piso.

Pero en la entrada a Acapulco, en las colonias populares como Ciudad Renacimiento, Emiliano Zapata, La Postal, Las Cruces, el panorama también es desolador.

El boulevard Vicente Guerrero, la principal vía que utilizan los habitantes de esta zona de alta marginación, luce anegada y un carril es utilizado para que los automovilistas circulen en ambos sentidos.

Casi a las cinco de la tarde un convoy de camionetas y patrullas de la Policía Estatal se abren paso por esta vía. En uno de los vehículos viaja la gobernadora Evelyn Salgado Pineda quien no se baja de la unidad. La gente que camina por la calle enlodazada no se percata de la presencia de la gobernadora.

Como no hay ningún tipo de señal de comunicación no se supo a tiempo que también llegó el presidente Andrés Manuel López Obrador, sino hasta que se salió del puerto y se llegó a un lugar con cobertura.

En este boulevard Vicente Guerrero al igual que en la avenida El Farallón, cerca de la costera Miguel Alemán, se observó a la gente saquear las tiendas departamentales.

Personas que incluso llevaron su camioneta para cargarlas de sillones, refrigeradores y hasta de motocicletas.

En los últimos 26 años, Acapulco ha sido devastado por cuatro fenómenos meteorológicos. El huracán Paulina, el 9 de octubre de 1997, el huracán Ingrid y la tormenta tropical Manuel, en septiembre del 2013, y el huracán Otis que hizo tierra con categoría cinco.

«En este huracán no llovió mucho pero el aire devastó los techos y ventanas de miles de casas y muchos hoteles y establecimientos comerciales», dijo un acapulqueño.

«Nosotros desde el lunes estamos aquí y ayer martes nos dijeron que cuando llegara el huracán nos escondiéramos en el baño en donde estuvimos dos horas cuando los vientos estaban muy fuertes», contó un turista de la Ciudad de México.

Un grupo de turistas de Polonia caminaban por la avenida Miguel Alemán y mostraban a la gente una hoja con un escrito en donde se leía: «Ayuda queremos regresar a Polonia».

El grupo de jóvenes polacos y otros turistas caminaban por la avenida solicitando apoyo.

«Del hotel nos dijeron que ya habrá luz eléctrica y a lo mejor internet», contó un turista que está hospedado en el piso siete de un hotel ubicado en esta vía.

Otro grupo de turistas de la Ciudad de México dijeron que desde la mañana estaban en espera de que los llevaran a un refugio.

Varios vehículos Hummer del Ejército recorrían esta vía para recoger a los turistas que quisieran pasar la noche en un refugio que instaló el gobierno estatal y el municipio.

Los vientos del huracán provocaron que los techos de los restaurantes ubicados en las playas volaran.

El parque Papagayo, uno de los pocos pulmones de Acapulco, remodelado en 2022 con una inversión de 400 millones de pesos, quedó devastado.

Ninguno de los árboles de este parque quedó en pie. Los arrasó el huracán.

A las siete de la noche, la gente que caminaba por las oscuras calles de Acapulco esperaba inútilmente que pasara un camión de transporte o un taxi colectivos.

Hasta entrada la noche aún no se restablecía el suministro de luz eléctrica, el servicio de telefonía celular ni el internet.

Hasta ayer no se sabía de la situación que vivían los habitantes de las colonias populares y de las comunidades rurales.

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