Exigen a la Covaj explicar por qué afirma que el estudiante Mondragón Fontes salió de la Normal “prácticamente sentenciado a muerte”

Piden investigar a dos líderes estudiantiles de la Normal, al actual diputado federal por Morena, Omar García, y a David Flores Maldonado, quien era el secretario general del Comité Estudiantil

Reclaman también que el GIEI lo haya dejado fuera de su último informe


Texto: Marlén Castro

Fotografía: Cortesía 

Chilpancingo

 

La familia del normalista de Ayotzinapa, Julio César Mondragón Fontes, torturado y desollado vivo, en los ataques en Iguala, exigieron al gobierno de Andrés Manuel López Obrador, explicar por qué a él lo asesinaron con esa saña y por qué dicen en su informe que era “un objetivo prioritario”, que salió de la Normal “prácticamente sentenciado a muerte”.

La familia del estudiante Julio César Mondragón Fontes y el colectivo Somos los ojos y el rostro de Julio emitieron un comunicado este martes para fijar posicionamiento en torno a las revelaciones de la Comisión para la Verdad y Justicia del Caso Ayotzinapa (Covaj) y exigir les aclaren información en torno al caso de Julio César.

Para empezar, los familiares y el colectivo plantean que los resultados preliminares de la Covaj lejos de aclarar sus interrogantes, les generan otras dudas.

No les aclara sobre ¿Quiénes son los responsables del asesinato de nuestro familiar, ni por qué precisamente a él lo ejecutaron con la saña con la que lo hicieron?

En los resultados preliminares informados por el subsecretario de Derechos Humanos, Alejandro Encinas Rodríguez, el pasado 18 de agosto, se da a conocer que esa tarde del 26 de septiembre del 2014, Julio César salió de la Normal “prácticamente sentenciado a muerte”.

Reclaman por qué en ocho años de investigación ninguna autoridad competente les explicó por qué Julio César “era un objetivo prioritario de los Guerreros Unidos”. Se refieren al grupo del crimen organizado que tenía el control de Iguala.

Reclaman por qué nadie les dijo que desde que salió de la Normal la tarde del 26 de septiembre del 2014 “alguien lo había señalado y sus asesinos lo tenían identificado desde entonces”.

Preguntan: ¿Quién o quiénes pusieron a Julio César? ¿Quién o quiénes le dieron seguimiento a sus actividades dentro de la Normal?

Más interrogantes: “¿Por qué el gobierno de México no ha mencionado que en la Normal Rural había un grupo de infiltrados que informaban no solo al narco, sino al Ejército, a la Policía Federal y a los gobiernos estatal y municipales de Tixtla y de Chilpancingo?”.

Cuestiona este comunicado de por qué el informe de la Covaj señala únicamente al normalista Julio César López Patolzin como informante “cuando nosotros contamos con testimonios que indican que había por lo menos 23 alumnos infiltrados”.

Exigen al gobierno federal y a las instancias correspondientes e investigadoras responder a todas estas preguntas.

Los familiares también reclaman que no hayan sido convocados a la reunión con Alejandro Encinas, en la que se informó de los resultados preliminares. Agregan que así ocurre en estas investigaciones

Del actual gobierno federal.

Exigen investigar a líderes normalistas

La familia de Julio César exigió a la Covaj investigar a los ex alumnos Manuel Vázquez Arellano, alias Omar García, actualmente diputado federal por Morena y a David Flores Maldonado, quien en septiembre del 2014 era secretario general del Comité Estudiantil Ricardo Flores Magón de Ayotzinapa.

Dicen que estos dos personajes y todos sus allegados en la Normal son señalados como infiltrados por la comunidad estudiantil, en ese 2014.

Reclaman que la Covaj “los haya cobijado pese a la información que se tiene de cada uno de ellos”.

Agregan que las autoridades saben lo que pasó y quién dio la orden “pero no sabemos por qué los encubren y protegen”.

La familia y el colectivo destacan las cualidades y el liderazgo que Julio César mostró en el poco tiempo que estuvo en Ayotzinapa.

“Estaba en contra de que se lucrara en nombre de la lucha social y era enemigo de quien se dijera revolucionario y en la práctica mostrara ser lo contrario”.

Aseguran que estas características “incomodaban a algunos miembros de la cúpula estudiantil de Ayotzinapa, cuyos discursos de lucha y prácticas de poder sólo buscaban su beneficio personal”.

Plantean en este comunicado que el asesinato de Julio César podría ser parte de una “limpieza social” que se refiere a la eliminación de líderes incómodos para el Estado, para las fuerzas fácticas que lo componen y para el complejo tinglado de intereses que en ese tiempo representaba Ayotzinapa.

Fuera de informe de GIEI

Reclaman que a Julio César lo dejaron fuera del tercer informe del Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI), publicado en marzo pasado.

Lo mismo ocurrió con el los casos de los otros dos normalistas asesinados esa noche en Iguala y del estudiante que desde entonces está en estados vegetativo.

Preguntan al gobierno de México y al GIEI ¿Cuándo serán convocados para tratar el tema, para que les informen de los avances?”

En el informe de la Covaj, dicen, le dedican a Julio César apenas cinco renglones.