Hay un desaparecido de 60 años
Texto: Beatriz García
Fotografía: José Luis de la Cruz / Archivo
10 de junio del 2021
Chilpancingo
Después de cuatro días de enfrentamientos en el ejido Guajes de Ayala, municipio de Coyuca de Catalán, este jueves cesaron los ataques contra los ejidatarios, quienes repelieron la agresión. Aunque no hay reporte de muertos o heridos, sí de un desaparecido, se trata de Rutilio Peñaloza Sánchez, de 60 años, a quien los hombres armados se lo llevaron durante las balaceras.
El 4 de junio, los habitantes del ejido reportaron a las autoridades del estado el retiro, sin justificación, de los policías que mantenían un retén en la zona, para evitar ataques armados como los que vivieron en febrero. Las autoridades no hicieron caso. Los vecinos temían que nuevamente gente armada proveniente de Tlacotepec llegara y los atacara.
Desde ese momento los hombres del ejido estuvieron alerta en espera de ser atacados y poder repeler la agresión.
El día de las elecciones, el secretario del comisariado ejidal, Javier Hernández Peñaloza, informó a Amapola. Periodismo transgresor que veían que al ejido se avecinaban hombres armados, y temían que en cualquier momento comenzaran las agresiones. Los ataques comenzaron el lunes, al siguiente día.
Desde el lunes que empezaron las balaceras, las mujeres del ejido resguardados con su hijas e hijos en una clínica del anexo El Pescado, reportaron en transmisiones en vivo vía Facebook cómo los atacaron y el terror que vivian en las inmediaciones del ejido. Temían que en cualquier momento los hombres armados llegaran donde estaban resguardadas y ser asesinadas. Durante esos días las autoridades hicieron caso omiso.
Este jueves por la mañana los enfrentamientos seguían, informó una habitante de la localidad. Luego cesaron las balaceras, pues estaban en camino efectivos policiacos y del Ejército, después de cuatro días de terror.
Todavía, ayer miércoles, las autoridades del estado se atrevieron a decir que enviaron un helicóptero a sobrevolar la zona para buscar indicios de violencia, y dijeron que no encontraron nada, pese a que desde el lunes hasta ayer, de día y de noche, las mujeres hicieron transmisiones en vivo y de fondo se escuchaban las ráfagas de detonaciones de armas de fuego.
De acuerdo con testimonios que llegaron a la redacción de Amapola. Periodismo transgresor los hombres armados cerraron los caminos que conducen a la comunidad. Derribaron árboles de pino y los atravesaron en los pasos. Además, por la tarde ya no pudieron comunicarse, pues también derribaron la antena que les envía señal de internet. El gobierno del estado negó que fuera cierto.
La directora del Centro de Defensa de Derechos Humanos José María Morelos y Pavón, Teodomira Rosales Sierra, quien da seguimiento a familias desplazadas de la zona, dijo que pudo contactarse con Javier Hernández y confirmó que al ejido por fin llegaron efectivos policiacos.
El problema es que los hombres armados se llevaron a un habitante sin que se tuviera información de su paradero, expuso.
La también abogada manifestó que aunque por el momento las familias están tranquilas temen que nuevamente se retiren los policías y, nuevamente, vuelvan los episodios de violencia.
Insistió que los habitantes siguen demandando que se instale una base de efectivos de la Guardia Nacional, que esa sería la única forma de garantizar la seguridad permanente.
Aunque los policías llegaron a la zona, a los habitantes no les llevaron alimentación. Ayer miércoles las mujeres denunciaron que no habían comido en tres días.