Texto: Itzel Urieta
Fotografía: José Miguel Sánchez
4 de mayo 2021
Chilpancingo
En Chilpancingo existe un negocio local que compite con los seis grandes supermercados de marcas trasnacionales que escogieron la capital guerrerense para hacer sus inversiones.
En este negocio hallas todos los productos que necesitas para la despensa. Lo que ya casi nadie vende tiene un lugar aquí.
Esta tienda tiene 71 años de vida y dos sucursales. Si eres chilpancingueño sabes que esta tienda es la Superla, un negocio emblemático de la vida en la capital. Fue fundada por los señores Norberto García Jiménez y su esposa Cecilia Rodríguez Miranda, en la ciudad de Tixtla, en el año de 1950.
Primero abrieron La Perla en Tixtla, después, en Chilpancingo.
El nombre inicial era La Perla. El matrimonio García Rodríguez anhelaba la llegada de una hija puesto que ya tenían tres hijos varones, en su anhelo por tener a su hija ya habían elegido el nombre que la niña llevaría, y este sería Perla.
La niña nunca llegó y el nombre pasó a ser el de la tienda. Cuando el negocio se convirtió en una tienda de autoservicio, es decir, en un super, los García Rodríguez fusionaron los nombres Super y Perla. El nombre se escuchaba mejor haciendo la contracción de la sílaba per. Los dueños también pensaron que era una manera de decirle a sus clientes que esta era su tienda y así surgió Superla.
La Superla comenzó siendo una tienda de mostrador, en la tienda se vendía de todo: abarrotes, arados, herraduras, jarcería, papelería, vinos, dulces, insumos para coheteros (ixtle, pólvora, clorato, azufre), mezcal y pinturas para teñir palma.
Estos productos que parecieran poco convencionales fueron implementados debido a la zona donde se ubicaba la tienda, en Tixtla, una localidad en la que las personas se dedican a hacer artesanías de palma, donde la gente trabaja en el campo y un lugar religioso donde se llevan a cabo muchas fiestas patronales.
La popularidad de la tienda fue creciendo, tanto que Norberto García era muy querido por los pobladores, esto por el trato amable que le brindaba a sus clientes.
Norberto García era conocido como don Betito por todos los pobladores de la localidad. Aprendió un poco de náhuatl debido a que tenía clientes de poblaciones vecinas en las que se hablaba esta lengua.
“Recuerdo que antes la gente compraba mucho por onza, era la medida que se utilizaba, hoy ya no se utiliza”, comenta Gustavo García uno de los hijos de los fundadores de la tienda y ahora encargado de la Superla.
Al tener una edad avanzada, los fundadores decidieron retirarse y dejar el negocio en manos de sus hijos Jaime García Rodríguez y Rogelio García Rodríguez, quienes decidieron hacer mejoras al negocio familiar.
Los hermanos Jaime y Rogelio agrandaron la tienda en Tixtla y pensaron en crecer a la capital. Buscaron un local en Chilpancingo, en el centro de la ciudad. Con préstamos lograron rentar el local. Cuando se abrió el local en la capital seguía funcionando como tienda de mostrador.
Fue así como se ubicaron en la avenida Vicente Guerrero esquina con Valerio Trujano, en el centro de la ciudad y aun costado de lo que hoy es el Museo Regional de Guerrero.
En el año de 1974, la Superla dejó de ser una tienda de mostrador para convertirse en la primer tienda de autoservicio de la capital, de donde viene el cambio de La Perla a Superla.
A partir de ahí la Superla se ha convertido en una de las tiendas más populares de Chilpancingo, actualmente todos los hijos se hacen cargo de la tienda.
En la Superla se pueden hallar productos de la canasta básica, como son los lácteos, cereales, productos de limpieza y aseo personal, vinos y licores, carnes, pescado, frutas, verdura, papelería, plásticos, cristalería y ferretería.
–Cuándo comenzaron a llegar tiendas de autoservicio nacionales, más grandes ¿Eso significó competencia para ustedes? –se pregunta a Gustavo.
–Claro que sí, pero sólo al principio porque obviamente la gente quería ir, conocer como estaban esas tiendas, pero fue sólo de momento, seguimos teniendo a nuestros clientes, –asegura Gustavo.
La Superla además de ser emblemática de la ciudad, es una tienda que le ha apostado al comercio local y en su negocio tienen productos guerrerenses de pequeñas empresas.
Cuentan con mieles de tres lugares diferentes, de Hueyitlapan, de Tixtla y de Acapulco. Café de Atoyac y de San Luis Acatlán, tostadas y chalupas de Tixtla, balones de Chichihualco; mezcal y yogurt de Coaxtlahuacán.
A la Superla llegan varios productores de la región a pedir que sus productos sean exhibidos en la tienda, Gustavo ha optado por apoyar a estos productores ya que considera que en el estado hay muchos productos de calidad que no le piden nada a productos de otras marcas y es así como la Superla lleva 71 años ofreciendo productos de calidad a sus clientes.