Texto: Beatriz García
Fotografía: José Luis de la Cruz
5 de abril del 2021
Chilpancingo
Cáritas es una asociación civil que forma parte de la Diócesis de Acapulco, su objetivo principal es colaborar y dar apoyo a los sectores vulnerables, como las víctimas de la violencia. En esta pandemia por la Covid-19 habilitaron líneas telefónicas para dar ayuda psicológica a las personas, no sólo católicas, en caso de alguna crisis emocional.
Desde hace seis años, la arquidiócesis atiende a víctimas directas o indirectas de la violencia. De acuerdo con la información que la asociación difundió en su página oficial de Facebook, este tipo de actividades las hacen con el propósito de fortalecer alianzas para construir la paz.
A través de una llamada telefónica, la psicóloga y coordinadora del área de atención telefónica para la contención de crisis, Cristina Blanco Organista, contó que desde abril del año pasado, junto al resto de los integrantes de la organización, notaron la necesidad de habilitar líneas telefónicas para dar atención psicológica por los estragos que generaba la pandemia, y las abrieron.
Antes de la pandemia ya tenían dos grupos de escucha para atender otros problemas alrededor de la violencia. La pandemia también generó problemas de ansiedad, depresión y violencia familiar, comentó la sicóloga.
El apoyo psicológico que se brinda desde Cáritas está a cargo de ella y otras tres psicólogas que de manera voluntaria brindan su servicio.
La información de ayuda circula en redes sociales, principalmente, de la Diócesis; los mismos colaboradores también la difunden desde sus espacios.
“Las personas que sienten la necesidad mandan un mensajes y se les pide que expliquen brevemente cuál es el motivo de la llamada, para buscar la psicóloga que más convenga para canalizarlas”, expuso la psicóloga de la asociación.
Entre el paciente y la psicóloga acuerdan hora y día de la sesión psicológica por teléfono.
–¿Cuál ha sido la respuesta de las personas ante estas líneas telefónicas de atención?, –se le preguntó a Cristina durante la entrevista.
–En realidad fueron más personas de los 55 y los 75 años. Obviamente para las personas mayores solicitaban la ayuda porque su mamá estaba muy delicada, tenía temor o porque habían perdido algún conocido o familiar.
La atención estuvo más solicitada durante mayo, junio, julio, agosto.
Desde septiembre a marzo de este año la búsqueda de apoyo emocional en estas líneas telefónicas disminuyó.
La psicóloga consideró que disminuyeron porque de alguna manera las personas se adaptaron a la pandemia, pues al principio la expectativa del coronavirus era “alarmista”. Dijo que entonces el ser humano tiene la capacidad de adaptarse a todo lo que implica una nueva forma de interactuar.
Hasta el momento mediante estas líneas telefónicas se atendieron unas 80 personas.
La modalidad de atención a través de estas llamadas telefónicas no sustituye la terapia principal, porque de ser necesario, las psicólogas también remiten a pacientes a la psicoterapia tradicional.