Texto: Margena de la O
Fotografía: José Luis de la Cruz
3 de febrero del 2021
Chilpancingo
Eran cerca de la una de la tarde del último jueves del mes de enero cuando unas personas que se bajaron de varios vehículos que dejaron en la calle Herlinda García, esquina con Prolongación de Juárez, de la colonia Educación, en la ciudad de Iguala, entraron disparando sus armas al negocio de lavado de autos.
El blanco fue un grupo de jóvenes que estaba dentro. Mataron a cinco en ese lugar, y aunque uno de ellos salió corriendo del negocio, lo alcanzaron en la calle Rueda de la colonia Centro. Al final asesinaron a seis muchachos, de acuerdo con los reportes policiacos.
Ese 28 fue el día de más homicidios en enero, porque además de las víctimas del autolavado de Iguala, asesinaron a tres personas más en Acapulco y Zihuatanejo. Nueve personas muertas en sólo tres episodios distintos.
Estas víctimas de la violencia son parte de las 96 que se contabilizaron en el mes, el primero de 2021. La cifra total de homicidios en este primer mes, que Amapola. Periodismo transgresor genera del conteo cotidiano de víctimas que documentan los medios locales de comunicación, expone que en Guerrero asesinan en promedio a tres personas por día.
De las 96 víctimas, 11 son mujeres, tres de ellas asesinadas por sus parejas, y una era transgénero, a quien mataron a golpes; su cadáver lo abandonaron en la lateral del bulevar Vicente Guerrero, a la altura de la colonia Emiliano Zapata, en Acapulco.
En estos últimos cuatro casos se configuran dos violencias socavadas, la violencia en casa hacia las mujeres, donde más ocurren los feminicidios, y a las poblaciones LGBTI+.
Ruth fue una de las tres mujeres asesinadas por su pareja. El martes 12 de enero, ella habría viajado desde la Costa Chica, de donde era originaria, hasta Chilpancingo, para visitar a su pareja en el penal, donde está recluido. Era día de visita conyugal; ella estuvo en el dormitorio de su pareja.
Alrededor de las seis de la tarde, los guardias encontraron el cadáver de Ruth en el dormitorio del reo. La estranguló.
En los medios de comunicación que documentaron la muerte de Ruth hacen referencia a una nota hallada en el mismo cuarto donde ocurrió el homicidio, al parecer, escrita por el presunto homicida, donde se leía que él no perdonaba una infidelidad, como si eso justificara el crimen de su pareja.
Ruth era joven, no pasaba de los 30 años.
El segundo día más violento del mes, y esto sólo determinado por el número de homicidios documentados durante el día, fue el 14, porque se contabilizaron ocho personas asesinadas en seis hechos distintos.
En las cifras del mes destacan también otras particularidades o indicios de la violencia, no sólo la de los números, por ejemplo, los hechos del 28 en Iguala podrían tener una conexión, según la evaluación de las autoridades, con los que ocurrieron el sábado 23, cuando mataron a otros tres jóvenes.
Eliseo e Iván estaban en una banqueta de la colonia 24 de Febrero, algunos mencionan que tomando bebidas alcohólicas, cuando unas personas armadas llegaron y les dispararon. Los mataron.
Se supo que ese mismo día también mataron a otro joven de la misma colonia, que fue privado antes de su libertad. También se llamaba Iván.
El 23 mataron a estos tres jóvenes en Iguala. Estas víctimas y los del 28 son parte del recuento de 85 varones asesinados en el mes.
Los 96 homicidios de enero se registraron en 24 municipios. Los de más casos son: Acapulco con 31, Iguala con 17, Chilpancingo con nueve, Huitzuco con 5, Copala y Coyuca de Benítez con cuatro cada uno, Zihuatanejo con tres, Tepecoacuilco con dos.
La pandemia no ha dado tregua a la violencia
Si comparamos las cifras de este mes, que generó este medio con diciembre del año pasado que publicó el periódico El Sur, sólo hay un caso de diferencia, 96 y 97, lo que arroja el mismo promedio de asesinatos al día en Guerrero desde el cierre de 2020.
Desde 2019, las autoridades estatales y federales mantienen el discurso de que la violencia en Guerrero ha bajado, porque el número de homicidios es menor en comparación con otros años. En Amapola se ha documentado en estos reportes mensuales que los hechos violentos de este tiempo de supuesta diminución son más crueles.
Los asesinatos tampoco se frenaron aún en esta pandemia y, de hecho, cuando se está cerca del primer año de confinamiento, los números de las muertes premeditadas, la mayoría cometidas con armas de fuego, se mantiene.
Aun con las restricciones que ha generado la pandemia, en la violencia no hay tregua. En agosto, por ejemplo, se contabilizaron 110 personas asesinadas, y en junio, el mes considerado más álgido de la pandemia, 91, lo que se consideró un aumento elevado porque el mes anterior, o sea en mayo, se contaron 59 muertes premeditadas. Es decir, la tendencia de personas asesinadas por día es entre tres y cuatro.
En este recuento caben hechos de todo tipo y en diferentes lugares, como pueden ser en la playa, como pueden ser en la Sierra. La tarde-noche del 12 de enero pasado, por ejemplo, asesinaron a balazos, en un ataque directo a Michel, una mujer de 28 años, en el malecón frente a la playa Tlacopanocha de Acapulco, donde vendía elotes y esquites.
Poco antes, cerca de la comunidad de Corralitos, comunidad de la Sierra de Leonardo Bravo, mataron a balazos a dos hombres y después calcinaron sus cadáveres, que dejaron abandonados en una brecha de la carretera Filo de Caballo-Tlacotepec.
La violencia y la Covid-19
Los dos virus letales a los que se enfrenta la población de Guerrero es el SARS-CoV-2 y la violencia. El último lleva años en el ambiente. Ambos han reunido las cifras más altas de muertes en el estado y se hace necesario comparar los impactos de cada uno en este primer mes del año.
El virus que causa la Covid-19 provocó la muerte de 399 personas en enero, un promedio de 13 por día. Cifra que generó un acumulado de 3,103 defunciones en 10 meses de pandemia.
La violencia, por su parte, en este mes ocasionó la muerte, aquí premeditada, de otras 96 personas, tres por día.
Los dos virus matan en Guerrero, en promedio, a 16 personas cada 24 horas.