Texto: Amapola Periodismo
17 de diciembre del 2020
¿Félix o Pablo?
Las porras a Félix Salgado Macedonio y a Pablo Amílcar Sandoval Ballesteros, afuera de la sede nacional de Morena, indicaron cuáles son los punteros de la encuesta para determinar al candidato al gobierno de Guerrero.
El dirigente nacional de Morena, Mario Delgado, convocó a una conferencia de prensa, a la una y media de la tarde, para dar a conocer al candidato a partir de una encuesta aplicada los primeros días de diciembre.
Antes, convocó a los aspirantes a una reunión, a las once de la mañana.
Después de la reunión con los aspirantes, entre los que hay 13 hombres y cinco mujeres, anunció que aún no hay candidato o candidata, que se definirá después de otras dos encuestas.
Fotografía tomada de Facebook.
Una salida salomónica o como enredar más el embrollo
Al parecer, cómo se dieron las cosas esta mañana en la casa marcada con el número 216, de la calle Chihuahua, la misma en la que se tejieron las esperanzas de un país roto, el ganador de la encuesta no era el mismo que darían a conocer como candidato.
Ese fue el embrollo.
Félix Salgado, el ex alcalde de Acapulco, llegó muy temprano este jueves a la sede nacional de Morena, aunque como a todos lo citaron a una reunión a las once de la mañana.
Llegó alrededor de las diez. Se encerró con Mario Delgado.
Días antes, Félix habló con sus seguidores para ponerlos al tanto de los resultados de la encuesta.
De acuerdo con versiones de la gente convocada a esas reuniones, Félix Salgado ganó la encuesta pero la dirigencia nacional empujaba un acuerdo para que aceptara que Pablo fuera el candidato, o él fuera el candidato, pero cediera la Secretaría General de Gobierno y la de Finanzas, a Pablo.
Félix Salgado no aceptó.
Los seguidores de Pablo Sandoval, entre los que hay varios periodistas, escucharon de éste otra versión. El ex delegado no ganó la encuesta pero como Félix es vulnerable por todos los escándalos que lo persiguen –el más reciente: una denuncia de abuso sexual de una ex trabajadora de su periódico– la dirigencia nacional buscaba su declinación a favor de Pablo.
En la reunión de esta mañana entre Félix y Mario Delgado no hubo testigos. Cuentan que sólo ellos se encerraron a hablar al respecto.
El choque se veía venir.
Félix no ha estado presente en las convocatorias a la unidad de la dirigencia nacional, incluso, ni siquiera se presentó a registrar su precandidatura. Quienes cumplieron con ese requisito en la sede de Morena nacional fueron integrantes de su equipo, los llamados Proamlo.
Una media hora después del encierro entre Félix y Mario Delgado, la calle Chihuahua comenzó a llenarse de seguidores que empezaron a echar porras. Unos a Félix, otros a Pablo.
En las calles aledañas a la ex casa de campaña del presidente Andrés Manuel López Obrador había autobuses de los que bajaron gente proveniente de la Montaña, región en la que tiene influencia el diputado Luis Enrique Saucedo Ríos, el hombre más fuerte del grupo político morenista que impulsa la candidatura de Pablo.
En esta ocasión, Pablo Amílcar Sandoval no cometió el error de bajarse de su supercamioneta Ram Charger, blanca, cerca de la sede nacional de Morena, día en que se registró como precandidato.
Llego caminando y lo hizo de forma discreta, rodeado de pocos seguidores. El día del registro uno de sus asistentes le cargaba el saco.
El diputado federal Rubén Cayetano se bajó de un taxi Uber. Luis Walton Aburto, uno de los candidatos externos, arribó caminando con algunos seguidores. Así también apareció la senadora Nestora Salgado, la alcaldesa de Acapulco Adela Román, el presidente de Morena en Guerrero, Marcial Rodríguez, el ex alcalde de Acapulco Alberto López Rosas y Beatriz Mojica, otra candidata externa.
Faltaron varios de los que se registraron, como Ernesto Fidel Payán Cortinas, el líder de la Asamblea Popular de los Pueblos de Guerrero (APPG), Nicolás Chávez Adame.
Muchos de los que llenaron la calle Chihuahua, quienes arribaron alrededor de las once de la mañana, pensaron que Félix Salgado no había llegado de nuevo. En realidad, tenía rato que estaba adentro con Mario Delgado.
En la calle hubo un rato de silencio. Fue el tiempo en que los aspirantes ingresaron a hablar con el dirigente nacional.
Afuera de la sede nacional se percibía tensión y nerviosismo. En el patio amplio de la casa de la calle Chihuahua desde temprano montaron el escenario en el que se daría a conocer quién sería el candidato. Los seguidores se mantuvieron pendientes a este sitio.
Cuando el dirigente saliera e hiciera el anuncio se creía que el estado de ansiedad y estrés desaparecería con el anunció de quien sería el candidato.
De este lugar, resaltaba la palabra UNIDAD, justo lo que no pasó.
Poco después de la una de la tarde, salieron las y los aspirantes de la reunión. Se colocaron poco a poco al frente de la gran mampara en medio de la expectación de todos los que aguardaban la noticia.
Mario Delgado comenzó a hablar. Arrancó con rodeos. Dijo que había tenido una reunión con todos los aspirantes, que Guerrero era el único estado del país en el que había esta cantidad de aspirantes y que todos tenían derecho a participar.
La gente afuera se mantenía callada porque no entendía nada.
“Les hemos explicado la metodología de cómo se va a llevar la encuesta. Vamos a tener primero una encuesta de reconocimiento, donde vamos a seleccionar a tres hombres y tres mujeres para garantizar la paridad, y, hacer la encuesta final…”.
Aquí, los seguidores de Félix Salgado y Pablo Amílcar entendieron. No había candidato. Comenzaron a corear “Pablo, Pablo, Pablo, Pablo” y Delgado dejó de escucharse ante los gritos de los seguidores del ex delegado federal que llevó Saucedo Ríos a la Ciudad de México.
-No hay candidato –preguntó alguien de la prensa.
Delgado movió levemente la cabeza de izquierda a derecha.