Texto y fotografía: Franyeli García
2 de junio del 2020
Chilpancingo
Un grupo de mujeres de la colonia Nueva Esperanza en Chilpancingo abrieron un comedor comunitario para ayudar con comida a familias de los alrededores en esta pandemia por la Covid-19.
Las restricciones sobre la contingencia tienen a muchas personas sin un ingreso seguro, porque gran parte de la economía está detenida.
En este lugar de la ciudad, ubicado en la periferia, se ve que sus habitantes están organizados para protegerse. Las medidas sanitarias que toman y el comedor son una muestra.
Este comedor, que en realidad son unas mesas improvisadas en un patio prestado, está abierto de lunes a viernes y sirven comida sólo para llevar a partir de las diez de la mañana.
Cocinan, según el cálculo de las mujeres voluntarias, unas 200 raciones. Cada persona que acude por comida representa, en promedio, a otros cuatro familiares más.
La cocina del comedor comunitario está instalado en un terreno que les prestaron, donde hay un techado que les funciona para guardar los insumos. Lo abrieron porque personas de la iniciativa privada y políticos les donan esos insumos.
La comida es cocida en fogones rústicos con leña. Las mujeres voluntarias tienen una parrilla, pero cuentan que en esos fogones la comida se cuece más rápido.