Protestan en las instalaciones de la 35 Zona Militar en el Día del Ejército
Texto: Marlén Castro
Foto: Oscar Guerrero
19 de febrero del 2020
Tenía dos años Adolfo Cabañas Alvarado cuando el Ejército Mexicano desapareció a su papá. 42 años vivió con miedo, sentimiento que transmitió a sus tres hijos, a quienes no les pudo dar lo necesario, porque sin padre y con siete hermanos, lo único que pudo estudiar es hasta secundaria.
Esta mañana Adolfo Cabañas, originario de San Juan de las Flores, Atoyac, sobrino nieto de Lucio Cabañas, quien encabezó un movimiento guerrillero en Guerrero en los setentas, se sacudió el miedo y junto con otras 23 familias, tocó las puertas del Ejército Mexicano, en Chilpancingo, para exigir justicia.
Hoy es el Día del Ejército. Es la mañana del martes 19 de febrero. Alrededor de las diez de la mañana unos cien integrantes del colectivo de desaparecidos en Guerrero llegaron a las instalaciones de la 35 Zona Militar y colocaron una manta en la torre central de la fachada principal. La lona cubre toda la barda de la torre principal. Contiene las caras de 24 desaparecidos y las circunstancias de cómo se los llevaron y dice en la parte más visible: Fue el Ejército, justicia.
El rostro del padre de Adolfo Cabañas, Humberto Cabañas, es el primero en esta lista.
Octaviano Gervacio Serrano es otro hijo de desaparecido. Su padre es Octaviano Gervacio Benítez, el segundo en esta lista de desaparecidos.
Octaviano a nombre de este colectivo explica que están aquí para solicitar al secretario de la Defensa Nacional, Crescencio Sandoval González, que se den a conocer los archivos secretos del Ejército en el periodo conocido como guerra sucia, aceptar la responsabilidad institucional de la participación del Ejército en estos hechos, que informen que hicieron con sus familiares, cuál fue su paradero y señalar a los autores intelectuales y materiales, y entregarlos a la justicia.