Sin rastro de la familia desaparecida en Acapulco hace 20 días

Vecinos vieron a una mujer y a tres hombres armados, al parecer drogados, llevándose a Honoria, a su hija Adriana Gutiérrez Rendón, de 38 años, y a sus tres nietos: Hiram Josué Almazán, de 19, Pedro de 16 y René de 11.


 

Texto y fotografía: Equipo Amapola

5 de noviembre del 2019

 

La mañana del 14 de octubre, Honoria Rendón Ríos, de 70 años, se negó a vender cervezas a un grupo de personas armadas. A los pocos minutos, esos hombres llegaron al domicilio y se llevaron a Honoria, a su hija, y a sus tres nietos.

 

Ya transcurrieron 20 días de ese secuestro colectivo ocurrido en la colonia Simón Bolívar, de las más inseguras de Acapulco, y hasta la fecha la Fiscalía General del Estado (FGE) ignora el paradero de los cinco integrantes de esta familia. Los habitantes de esta demarcación viven en pobreza extrema y violencia.

 

Vecinos vieron a una mujer y a tres hombres armados, al parecer drogados, llevándose a Honoria, a su hija Adriana Gutiérrez Rendón, de 38 años, y a sus tres nietos: Hiram Josué Almazán, de 19, Pedro de 16 y René de 11.

 

Pedro y René son estudiantes en una escuela secundaria ubicada en la misma colonia, Hiram Josué es alumno de la Facultad de Contaduría en la Universidad Autónoma de Guerrero (Uagro) y la mamá de los tres, Adriana, estudiante de Psicología de esta misma Universidad.

 

El 13 de abril del 2013, la entonces secretaria de Desarrollo Social, Rosario Robles Berlanga puso en marcha en la colonia Simón Bolívar, el programa Cruzada Nacional contra el Hambre.

 

“Aquí en Acapulco, en cualquier parte hay violencia, aquí ya no se puede vivir”;, señala un familiar de una de las cinco personas desaparecidas.

 

 

 

Cuenta que los vecinos vieron que quienes se llevaron a sus familiares eran cuatro, tres hombres y una mujer que, al parecer, era la que encabezaba el grupo.

 

Contó que alrededor de las once de la noche del domingo 13, este grupo de personas fueron a la tienda para comprar pero nadie les abrió porque estaban dormidos. Piensa que los delincuentes regresaron alrededor de las seis de la mañana del día 14 con la exigencia de que se les vendiera cerveza.

 

Pero como doña Honoria se negó a venderles, se metieron a la fuerza.

 

Antes de que se llevaran a la familia saquearon la vivienda. Se robaron teléfonos celulares, una computadora, dinero en efectivo y hasta una licuadora, además de cervezas.

 

El mismo 14, luego de los hechos, los familiares acudieron a la FGE a hacer la denuncia.

 

Ese mismo día se activó la alerta Ámber para la búsqueda de los menores y posteriormente la alerta Alba por los casos de la abuela y la hija.

 

A la fecha no hay resultados de la investigación de las cinco personas desaparecidas. El 15 de octubre, uno de los secuestradores utilizó el celular de una de las víctimas. Habló con un familiar en Oaxaca y le advirtió que “no la hicieran de tos” que ellos los tenían y que estaban vivos.

 

En la primera reunión que tuvieron los familiares con el titular de la FGE, Jorge Zuriel de los Santos, al funcionario se le hizo saber de esa llamada telefónica.

 

De los Santos pidió a los familiares “que aguantaran ya que seguramente sus familiares serían liberados”.

 

Pero han pasado los días, y la situación no ha cambiado.

 

El 24 de octubre, los familiares protestaron en el Boulevard de las Naciones, frente a las oficinas de la Promotora Turística de Acapulco (Protur) donde despacha el gobernador Héctor Astudillo cuando está en el puerto.

En la protesta, en la que participaron estudiantes de la Uagro, se exigió la presentación con vida de los cinco integrantes de esa familia desaparecida.

 

Con la movilización lograron que el viernes 25 los recibieran el gobernador Héctor Astudillo, el fiscal De los Santos y el secretario de Seguridad Pública, David Portillo. Al final de la reunión, don Pablo Ávila, abuelo de uno de los menores secuestrados dijo desalentado: “nos dijeron que hay avances, y que hay que esperar”.

 

Durante la reunión, el resto de los familiares desplegaron cuatro mantas con las fotografías de los cinco desaparecidos.

 

“Queremos que aparezcan vivos, creemos que sí lo están” dijo don Pablo.

 

En la reunión, el gobernador Astudillo habría expresado sentirse preocupado por esta situación y confesó presión del gobierno federal que le han pedido que resuelva el asunto.

En la reunión, Astudillo dijo a los familiares que había designado a dos vicefiscales que se encargaran de las investigaciones para dar con el paradero de las víctimas. Los familiares dicen que ya pasaron muchos días sin noticias de Honoria, su hija y sus nietos y creen que lo peor está por venir.

 

Acordaron dar una tregua de unos días al gobierno de Héctor Astudillo para que realicen las investigaciones y si no hay resultados volverán a salir a las calles a protestar.

 

La organización Asociación de Familias de Acapulco ha registrado tres mil personas desaparecidas sólo en el puerto, además de que desde el 2006, sigue ocupando el primer lugar a nivel estatal en homicidios dolosos.

 

A finales de diciembre del 2018, Acapulco vivió una racha de mujeres que fueron privadas de su libertad por hombres armados en distintos sitios de este puerto. Hubo protestas de familiares de diez mujeres desaparecidas, muchas de éstas no han sido localizadas ni vivas ni muertas por la FGE.

 

 

 

 

 

 

Este trabajo fue elaborado por el equipo de Amapola. Periodismo transgresor. Se autoriza su reproducción siempre y cuando se cite claramente al autor.

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