Este perfil fue elaborado por Reporteras en Guardia, un colectivo independiente y sin filiación política conformado por más de 100 periodistas, editoras y realizadoras de 24 estados de México y de su capital, entre ellos Guerrero, con la finalidad de realizar las historias de las y los periodistas asesinados y desaparecidos del año 2000 mil al 2019.
Texto: Scarlett Arias/Reporteras en Guardia
24 de octubre del 2019
Cuernavaca, 1977- Puerto Marqués, 2018
Asesinado con arma de fuego
Ningún detenido.
Bajo el puente de la Glorieta de Puerto Marqués una camioneta Honda color arena se topó con la que conducía Gabriel Soriano. Eran cerca de las 20 horas del 24 de octubre de 2018 cuando uno de los hombres de los que iban dentro bajó y disparó de cerca.
Dos detonaciones. Una bala subió por la tráquea hasta reventar su garganta. Era noche de luna llena en conjunción perfecta de Urano en Tauro que presagiaba dolor, un cambio brutal o una pérdida espiritual magnánima y colectiva.
Quien sostuvo su mano, a quien Gabriel entregó su último suspiro, reclama que la ambulancia llegó tarde al sitio del crimen, donde circulan todo el tiempo elementos del Ejército Mexicano, de la Marina y seguridad municipal, estatal y federal.
Horas antes Gabriel había estado en la transmisión oficial del tercer informe de gobierno de Héctor Astudillo Flores, como Jefe del Área Técnica de Radio y Televisión de Guerrero (RTG), puesto que ocupaba además de ser locutor del programa dominical En Efecto. Esa noche manejaba la camioneta oficial de vuelta a las instalaciones, para luego tomar la ruta de regreso a casa.
El creador de monstruos
“Gabriel Soriano es el creador de los monstruos de toda la banda vieja de Hip Hop en Acapulco. El medio que conectó a todo mundo. Era El contacto”, narra Anlesk, rapera acapulqueña. Tras darle un trago a su cerveza explica que esa fue la conclusión a la que llegaron varios miembros del movimiento que acudieron al velorio. También coincidieron en que Gabriel buscaba que todos se alimentaran de la música.
Anlesk lo conoció cuando tenía 13 años, edad a la que empezó a rapear. Ahí empezó todo, los eventos de free style, batallas a quema ropa y de micrófono abierto. Desde entonces, Gabriel y ella se hacían compañía, eran algo así como un equipo.
El 23 de octubre de 2018, un día antes del asesinato, se escribieron por Whats App para conversar sobre un proyecto de trap, una técnica del Hip Hop. Era miércoles, se verían el sábado. “Quedaron asuntos pendientes, tengo las conversaciones, no quiero borrar nada”, lo dice firme, en defensa de sus recuerdos.
Música y letras como autodefensa
Gabriel Soriano Kuri puso durante 22 años en el oído de la comunidad el rap que se hace en los barrios centrales de Acapulco, en las calles donde las condiciones de violencia son devastadoras y brutales, lugares como La Zapata, Renacimiento “Rena” o la Garita, por mencionar algunos. Desde ahí se escuchó y se habló sobre el movimiento Hip Hop de la banda local.
Era 1997 cuando lanzó el programa de radio En Efecto. Cultura Hip Hop, que se transmitía las noches de los domingos en 97.7, frecuencia de Radio y Televisión de Guerrero (RTG).
Soriano entró a trabajar a RTG en 1995 “en el área de técnica de radio”, cuenta él mismo en una entrevista publicada en YouTube el 18 de febrero de 2017, a propósito del 20 aniversario de su programa. En aquel entonces se percató que en la barra programática de la estación no había espacio para el rap; propuso al gerente hacer un programa de radio para ese género y éste aceptó.
De ahí en adelante pasó el micrófono a quienes narran las crónicas de lo que se vive en Acapulco, ciudad que en marzo de 2019 fue calificada por el Consejo Ciudadano para la Seguridad Pública y la Justicia Penal A. C., en su informe Las 50 ciudades más violentas del mundo, como la segunda con base en los índices de homicidios dolosos. La tasa del puerto fue de 110 homicidios de este tipo por cada mil habitantes durante el 2018, sólo superada por Tijuana, Baja California, con 138.
Parece que Gabriel no sabía cómo lo percibían los demás. En la cuenta de Facebook de En Efecto, un video en su memoria que recupera una entrevista de mayo de 2013 muestra al locutor hablando sobre la importancia del programa para el Hip Hop de Guerrero: “Pues no creo que sea tan importante (…); creo que simplemente estamos haciendo lo que nos corresponde, que es difundir y a veces hacemos un poquito más tratando de organizar eventos para que no nada más la gente los escuche, sino que también los vea: vea lo que es el grafitti, vea lo que hacen los raperos en tarima o los b-boys bailando. Lo único que hacemos es difundir y ya es de cada quien que determine la importancia de su arte si quiere ser difundido, yo simplemente hago y no creo que sea muy importante, pero creo que sí soy necesario”.
Era mi hermano
“Lo conocí un 5 de abril de 1999, nos juntó la pasión”, suspira Carlos Vargas. Y sigue: “ese wey era mi hermano, trabajamos siempre el Hip Hop en los medios y pasó de lo laboral a lo personal.
Juntos, Gabriel Soriano y Carlos Vargas crearon espacios para promover el rap y la cultura alternativa en la radio y la televisión de RTG. Los programas Alta frecuencia y Contacto fueron otras de sus aportaciones. Carlos, ya sin su hermano, inició el programa Combativo, que tuvo su primera emisión el viernes 26 de abril de 2019.
En el estado sureño la producción artística es tan vasta que en 2014, un grupo de promotores y divulgadores, entre ellos Gabriel, creó la asociación civil Consejo Estatal de Hip Hop Guerreros. “Somos una Asociación de Artistas Urbanos constituidos legalmente con el fin de: Asesorar, Promover, Difundir, Profesionalizar e Incentivar el Arte Urbano”, se lee en la información de su página en Facebook.
“El miedo aparece mientras la noche avanza, borraron tu sonrisa que dibujaba confianza, tu muerte no será motivo de odios ni venganza, pero tu vida será nuestro motivo de esperanza”, es el impacto emocional que fraseó el rapero acapulqueño JL Amazu tras el asesinato de Gabriel, según una nota publicada en El Universal dos días después del crimen.
No woman, no cry
“Mi papá fue asesinado cumpliendo su labor, cubriendo su informe de gobierno. Haga su trabajo y arregle la situación que pasa en el estado. No es justo”, exigió en Twitter Sam Soriano al gobernador Héctor Astudillo Flores, tras el homicidio de su Gabriel.
Sam, en entrevista vía telefónica, recuerda cómo su papá evitaba que sufriera o hiciera berrinche cuando era muy pequeña: le ponía música, justo la versión de los Fugges de No woman, no cry.
“No tuve un papá que escuchara música normal, siempre rap, iba por mí a la primaria escuchando rap con sus chinos volando; todos me veían raro, como que tenía un papá rudo, nada convencional. Yo le decía ‘suéltate los chinos, me gusta que los presumas, ningún papá tiene ese cabello”, dice la hija mayor del locutor.
Aunque desde niña Gabriel la preparó para enfrentar y no prolongar el dolor y a ser independiente, Sam acepta que siempre temió por él. “Era muy feminista”, asegura. “Me decía que no me dejara caer por ser mujer, sabía que todos los ambientes son duros”.
“Me enseñó a amar mi trabajo. Aprendí de él a apasionarme por lo que hago, así soy yo”, dice mientras ríe con su voz ronca… y suelta: “era mi mejor amigo, teníamos una relación de mucha comida y música”.
Sube un poco la voz para evidenciar que el miedo ya pasó. Reconoce que le ha costado trabajo saber que ni siquiera hay una noticia falsa sobre la razón del asesinato de su padre, ha pasado tanto tiempo que parece un caso olvidado.
Le llena de coraje porque sabe que él amaba su trabajo en la estación del gobierno del Estado, que se sentía respaldado “y parece que esas personas sólo archivaron su carpeta y lo olvidaron”. Al otro lado del teléfono se escucha: “pierdes la esperanza de que realmente vayan a solucionar algo.
Sam es diseñadora gráfica. Trabaja en una agencia de márquetin digital fuera de Guerrero. Horas antes del asesinato, había hablado con su papá sobre la imagen para un festival de música. Siempre estaban platicando de sus cosas, estaba preocupado por ella y, aunque desde lejos, procuraba cuidarla.
“Hubo un tiempo en que dije: ‘no voy a más escuchar Hip Hop, no puedo. ¡No, basta! Bloquéenlo de mí, porque al primer beat ya estaba llorando. Me lo imaginaba moviendo sus chinos y sus manos de arriba abajo. Pero hace como dos meses que me pongo Hip Hop, me hace sentir muy bien, cerca de él”, comparte con una voz feliz y segura.
Continúa: “Decía las cosas de forma honesta y chusca, frases como: ‘por tu culpa tuve que empezar a trabajar’, él tenía 18 años cuando yo nací, entonces fui su ‘regalo de navidad’, porque nací el 23 de diciembre. Era su ‘error más bonito’, tenía muchas frases así para mí.
“No sé si sepan de su parte necia”, agrega Sam. “Tenía que poner la bocinas en los eventos porque nadie lo hacía como él, no se iba hasta arreglar todo, era ingeniero de audio, era su parte apasionada y es lo que quiero que conozcan”, comparte.
La hija de Gabriel cuenta que tiene varios proyectos para que el trabajo de su papá no se olvide. Piensa en un proyecto de mural con el rostro de él, organizar un evento de mucho rap acapulqueño para cuando se cumpla un año de su asesinato, en el que puedan estar todas las personas a quienes difundió su trabajo.
“A veces hablo con él, con bromas, le digo: ‘mira lo que estoy haciendo’. Le digo ‘¿estás aquí?… a ver, tira algo’. A lo mejor un día funciona”, ríe. “A veces le cuento cosas serias. Lo soñé una vez, estaba del otro lado de la calle, cruce para abrázalo, él me estaba sonriendo como siempre.
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